Penitentes 2012

O como contar la ruta de los penitentes más corta de la historia.

 

Llevaba tiempo con la idea de realizar la ruta de los penitentes, 700km de moto por los pirineos. Así en principio parecía una idea adecuada para mi estilo de mototurismo, disfrutar sufriendo. Sin embargo mi escaso tirón mediatico no consiguió más apoyos para la aventura que la de siempre, Ale, mi fiel y a todas luces insensata compañera, porque es de insensatos pretender hacer esa ruta de paquete en mi moto, sin más experiencia que apenas 500km de acompañante en varios dias. Aun así, insistió tanto que incluso me permitió estar a las 00h del día de sus cumpleaños delante de la pantalla del ordenador, prestos para realizar la inscripción. Al final nos tocó el dorsal 480, reservamos hotel en Huesca y a esperar a que llegara el puente de mayo.

Dia 1. Gijon- Bilbao

Y llegó el puente de mayo. Llegó como una despedida de la primavera atronadoramente lluviosa, 5 tormentosos dias donde los pronósticos del tiempo daban más agua que en el mar pero somos valientes, o inconscientes, quizás ambas cosas y nos embarcamos en la aventura.

 El camino de Gijon a Bilbao fue húmedo, firme mojado y esporádicos chubascos hasta entrar en la ciudad vasca donde empezaron los problemas que nos acompañaron todo el fin de semana. Caia agua sin medida mientras yo callejeaba por una ciudad colapsada por el tráfico y la tormenta. intentando llegar al hotel con los conocimientos almacenados en la memoria. Al final me tuve que parar en un soportal para mirar los mapas mientras me goteaba agua del casco y del cuerpo haciendo un pequeño charco que delimitaba mi persona. Y al pretender arrancar, la sorpresa desagradable, la amarga sensación de la fragilidad BMW, la moto no arranca, no quiere arrancar por más que lo intento hasta agotar la batería.

Aprovecho la cuesta abajo hasta llegar a la ribera del rio y allí pregunto, llamo y me desespero un rato. Me indican en una larga conversación que el hotel está a la vuelta de la esquina. Así explicado parece simple pero el trayecto son dos largas cuestas hacia arriba, un muro de asfalto mojado que intentamos subir empujando entre mi señora y yo. Afortunadamente contamos con la generosidad de un vasco tambien motero que empuja cuesta arriba como si le fuera la vida en ello hasta que logramos dejar la moto en el garaje. Yo me quedo estúpido del todo, me parece increible abandonar la ruta sin siquiera haberla empezado. Ni la cena ni la compañía me consuelan y así me voy, derrotado, para la cama.

Dia 2. Bilbao - Huesca

El dia amenaza tormenta pero no han caido todavia las primeras gotas cuando yo bajo cargado de esperanzas a intentar arrancar la moto. Como era de esperar pese a mi absurdo optimismo, la moto no arranca. Sin embargo, unos alemanes alojados en el mismo hotel me prestan sus pinzas y logró arrancarle el esperado sonido tosco y terco del boxer. La tengo un rato arrancada intentando cargar la bateria y nos vamos a desayunar pensando que todo irá bien.

 Con todo preparado para marchar, se repite la misma tragedia, mi tractor no quiere arrancar. Me resigno y llamo a la grua. Mientras esperamos, me desespero, me arranco los pelos, me retuerzo, me hago cruces y mientras tanto, soplo la batería, exhalo un suspiro, un último intento desesperado e inesperadamente sale premio!

La moto arranca, hace rato que ha comenzado ya a llover y tras cancelar la petición de grua nos aprestamos con urgencia para salir a la lluvia que moja en toda su plenitud los campos, la carretera y la ciudad.

 El trayecto hasta Huesca es terrible, la tormenta arrecia y a ratos no se ve la carretera oculta por una capa de agua que parece haberse salido de un rio. En el peaje de Pamplona no puedo siquiera poner los guantes debido a todo el agua que han absorbido así que tenemos que parar en la gasolinera mas cercana a secarnos y descansar un rato mientras las nubes descargan con furia. Parecemos dos perros callejeros desvalidos y mojados. Arrancamos de nuevo cuando juntamos valor y hasta pasado Puente la Reina no se acaban las lluvias. De ahí en adelante pudimos de alguna manera disfrutar del trayecto pese a la carretera mojada y a los esporádicos chubascos que nos caen, pese a que la niebla tapa lo que hay ahí detrás, pese a que la carretera centra toda mi atención y no me permite disfrutar las vistas.

Una vez en Huesca recogemos la inscripción y al hotel que necesitamos una ducha caliente tanto como el comer.

Por la noche asistimos a la gala de presentación. La ruta se presenta dificil, 700km en un dia, 15 puertos y la misma metereología tormentosa, se han acabado las plazas y hay un ambiente de preocupacion debido a las condiciones.

El ambiente motero es excelente, motos por doquier, el habitual ambiente de cuero, cordura, risas y voces. Huesca esta llena de motos, en su mayor parte Gs, vaya sorpresa, aunque las hay de todos los tipos, ninguna como la mia y aprovechando la concentración, se celebra una feria de tapas de la que nos aprovechamos.

Dia 3. Ruta

Es el dia para el que hemos venido. A las 6 estamos en pie y a las 7:20h salimos a la ruta, muchas motos ya han salido, al igual que sale el sol, luminoso y sin perspectivas cercanas de lluvia hacia el noreste, donde nos dirigimos. Gracias a una equivocación en la rotonda nos enganchamos a un grupo de zaragozanos que van como cohetes por bonitos paisajes de la llanura oscense y comenzando la premontaña pirenaica. Nos equivocamos en un desvio y a apenas 70km de Huesca noto un toque en el hombro, paramos en la primera gasolinera y tras una asamblea de urgencia, abortamos la ruta debido a problemas de salud. Y nos dimos la vuelta, con gran pena y desesperacion por parte de ambos, con la lluvia como si se rompiera el cielo sobre nuestra cabeza, por la via más rápida, cruzandonos todavía con motos saliendo de Huesca, envidiando que les queda un largo dia de moto, no como a nosotros, que pasamos el dia medio durmiendo, yo deambulé un ratito bajo la lluvia para visitar la ciudad intentando buscar un bar donde retransmitieran al Sporting y a la noche, asistimos a la cena como los únicos que comenzaron la ruta y se dieron la vuelta sin apenas llegar al primer punto de control.

La ruta según los comentarios, se reveló como muy dura, apenas un centenar de inscritos la habian acabado y seguirían llegando motos hasta muy avanzada la noche despues de pasar por condiciones terribles.

Dia 4. Huesca- Bilbao

Toca volver a Bilbao. Parece increible pero sigue cayendo agua de una manera inconcebible, no se acaba el agua del cielo y nosotros nos tenemos que poner en camino de nuevo. Hasta Pamplona seguimos inmersos en una tormenta permanente, un cielo gris nublado amenazador junto a un rio que baja furioso, ahíto de agua. Tras pasar Pamplona el cielo mejora, volvemos a ver el tono azul con nubes blancas del buen tiempo y nos permitimos el lujo de abandonar la autopista y coger la antigua nacional de Vitoria a Bilbao y una vez alli, desviarnos otro poco para cruzar el interior profundo del pais vasco, subiendo y bajando Urkiola, sorprendiendonos de lo bonito que es, apuntando que tenemos que volver como sea a disfrutarlo porque es un pequeño gran paraiso del que no teniamos referencias.

 

Una vez en Bilbao, compensamos las pequeñas grandes insatisfacciones del viaje con visitas al Guggenhein, paseos por la ria, por el centro del casco viejo, helados, chuletones, tapas, gofres, gomnolas, a veces entre pequeños chubascos de orbayu, a ratos al sol y asi nos dejamos llevar dulcemente...

Dia 5 Bilbao- Gijon

Vuelta a casa y para variar, fiesta en el garaje. Cuando hay que subirse a la moto para llevar a mi señora al aeropuerto, no quiere arrancar la muy @#~. Ya no se si reir o llorar. Planteamos diversas alternativas apremiados por la urgencia de llegar al aeropuerto y de repente, en otra intentona simple desesperada, arranca la moto. Asi que nos equipamos como podemos y al aeropuerto, dejo alli a mi señora y la moto ya arranca sin problemas, parece cosa de maldición el fin de semana que nos ha dado. Al final me acaba trayendo a casa sin mayores incidencias aparte de la intensa sensación de fustración de haber hecho 1000km y apenas haber disfrutado 200.

Conclusiones

Como ruta, por paisajes y concepto es algo digno de hacer. No me gusta personalmente la dinámica que parece haber tomado de perseguir el mas dificil todavia, mas lejos, mas duro, mas y mas sin medida, quizás perdiendo lo que yo entiendo por el sentido de disfrutar la ruta en moto. Me gusta sufrir, es inherente a viajar en moto pero las proezas por el simple placer de contarlas en el bar no me satisfacen en demasía. Quizás por ello no se si repetiré el año que viene, quizás consiguiendo las rutas las haga yo a mi aire porque indiscutiblemente son rutas para recorrer. Como siempre que se juntan motos, paisajes y gastronomía. Y por supuesto, la compañía...

 

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